jueves, 26 de marzo de 2009

INVITACION PARA COLABORAR


Te invito a colaborar en este nuevo esfuerzo por incidir positivamente en la erradicacion del Abuso Sexual Infantil en la pagina creada especialmente para ello.

la direccion es: http://www.asinuncamas.ong




MIGUEL ADAME VAZQUEZ

jueves, 19 de marzo de 2009

CASO CASITAS DEL SUR


"Al menos 24 niños han desaparecido de albergues relacionados con la Iglesia Cristiana Restaurada en tres entidades de la república: 13 en Quintana Roo, siete en el Distrito Federal y cuatro en Nuevo León.

En todas ellas, denunció la Red por los Derechos de la Infancia en México (RDMI), la organización religiosa ha gozado de la impunidad que le brindan las autoridades locales.En cuanto a los responsables que fueron consignados, todos han alcanzado los beneficios de la ley.
Detrás de los menores sustraídos hay varias figuras delictivas que se deben investigar a nivel federal, entre ellas la trata de personas, delincuencia organizada, privación ilegal de la libertad y tráfico de órganos, delitos que son competencia de la PGR a través de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO).

algún personaje o varios de las “altas esferas del poder” le están brindando protección a dicha organización religiosa, pues no se ha procedido en contra de ninguno de los implicados a pesar de que ya son 24 los menores sustraídos de dichos albergues.

el modus operandi de la organización religiosa para quedarse con la custodia de los niños y, en su momento, pelear la patria potestad de los mismos.

la fundación de Jorge Erdely, presuntamente avecindado en Canadá, busca a familias disfuncionales que tengan problemas legales de custodia de sus hijos y en conflicto con la ley por violencia intrafamiliar, pero sobre todo que sean pobres y de escasa escolaridad.

Posteriormente, se acerca a ellos con dogmas religiosos y promesas de ayudarles con trabajo o dinero; cuando ya los tienen asegurados, los convencen de que dejen a sus hijos en los albergues que ellos mismos administran; de lo contrario, los bombardean con amenazas religiosas sobre la ira de Dios, así como con chantajes emocionales sobre caridad, devoción y sacrificio hacia Cristo.

Cuando las familias ceden y los hijos son ingresados a los albergues, éstos desaparecen y es difícil que los vuelvan a ver. Si los afectados presentan denuncias se encuentran con la negligencia premeditada de las autoridades locales, quienes protegen a esta organización, como ya se ha visto en los últimos casos.

Al poco tiempo los niños ya están adoctrinados y presentan denuncias en contra de sus progenitores, a los que acusan de violación, maltrato, violencia intrafamiliar y falta de manutención, por lo cual los padres de familia, de escasos recursos, no saben cómo defenderse de dichas acusaciones"

Es sumamente importante que la Iniciativa de Reforma al Código de Procedimientos Penales, al Código Penal y la Ley de Atención y Apoyo a víctimas del delito, sea dictaminada antes que que culmine el último periodo de sesiones de la IV Legislatura de la ALDF.

Dicha Iniciativa, contempla en su mayoría, muchas modificaciones que evitarian este tipo de situaciones.

Es necesario que exista la voluntad política para legislar,ante la poca movilidad y efectividad de los Estados en atender oportunamente y de la mejor manera a las victimas de abuso sexual, invito a la reflexión para que se federalicen los delitos de Abuso Sexual Infantil no sigan permaneciendo como delitos del orden local.


Es cada vez más necesario la creación de una Fiscalía Especializada contra el abuso sexual al Menor.


MIGUEL ADAME VÁZQUEZ.
ABUSO SEXUAL INFANTIL, NUNCA MÁS.

martes, 17 de marzo de 2009

RELATO DE EDITH ENCALADA


"Antes de entrar a la adolescencia, Edith Encalada fue convertida, como centenares de niñas como ella, en una mercancía sexual por el pederasta Jean Succar Kuri.
Cuando se desmoronó el negocio criminal de prostitución y pornografía infantil del inmigrante libanés, las pequeñas víctimas no se liberaron de sus agresores.

Al contrario, lo que ocurrió, en palabras de Edith, fue la catástrofe.
A partir de su denuncia ante el Ministerio Público todo se derrumbó a mi alrededor. Nos quitaron a mi hermanita (Estefanía Encalada) y la metieron al DIF, sin que mi mamá tuviera derecho a verla.
Nos amenazaron con cárcel como cómplices de Succar. Y mi mamá, aterrada. Ella no sabía nada de lo que pasaba en las villas de Solymar.
Él era su patrón, tenía una relación laboral con él porque le hacía artesanías que se vendían en sus tiendas.–¿Por qué tomó ese curso el caso?–Nunca imaginé el tamaño del lío en el que estábamos. Todo se envició por culpa de Leydi, de la procuradora, del ex procurador, de la prensa local. Cuando el 29 de octubre de 2003 sale la orden de aprehensión contra Succar y él se escapa, nosotras quedamos totalmente expuestas y desprotegidas. Su familia envía a sus guarros a mi casa; Gloria Pita, su esposa, me habla por teléfono para amenazarme. Yo, aterrada. Dos o tres días después conocí a Lydia Cacho.
¿Cómo? ¿Como un padre?

Desde ese momento, reconoce Edith, la directora y el personal del CIAM se hacen cargo de las demandantes y sus madres. Diseñan una estrategia para su seguridad, terapias de crisis, apoyo médico y legal.

“Esos días –recuerda– yo estaba como fuera de mí. Trataba de sobrevivir, de entender. Cómo era posible que una persona que había sido como un padre me amenazara de muerte por haberme atrevido a confesar las cosas que me hacía, las cosas que había yo vivido con él.”–¿Cómo un padre, dices?–Es lo que él me decía, eso es lo que yo creía. Yo me sentía como de su familia, él decía a la gente que iba a su casa que yo era como su hija. La cosa estaba tan tensa en Cancún que al mes se tomó la decisión de llevarme al Distrito Federal, lejos de mi hermanita, sin poder hablar con mi mamá.En la capital, alojada en un departamento resguardado permanentemente por la AFI, el periodista Ricardo Rocha, solidario, ofreció un empleo temporal a la joven. Era como una practicante. Pero me costaba mucho trabajo relacionarme ahí, no entendía nada. Me la pasaba en el Sanborns. O leyendo.
Engordé 16 kilos en cuatro meses.Su único contacto con el mundo era Lydia Cacho. La veía como amiga, mi única amiga. Iba con ella a todos lados, a conocer a las feministas, a las ONG, a la SIEDO. Eran los únicos momentos en los que me sentía segura. Supe, por primera vez, lo que son los derechos humanos, los derechos de las mujeres y los niños, la violencia de género, palabras que no había escuchado jamás. Hasta ese momento me cayó el veinte de que había sido una víctima. Aprendí muchos conceptos y definiciones, como estrés postraumático, síndrome de Estocolmo.Las víctimas pasaron cuatro meses bajo la protección del CIAM. En este punto hay versiones divergentes. Según las trabajadoras del centro, las madres de las niñas decidieron alejarse del albergue y de la protección de la institución.

Según Edith Encalada, Lydia Cacho nos dio de alta.Relata: Nos dijo que era parte del protocolo de los albergues que no podíamos estar ahí más de tres meses. Y ya llevábamos cuatro. Me dio como alternativa aceptar la protección de un albergue en Texas. Yo no quería seguir encerrada, y menos tan lejos.
De regreso en nuestras casas, pensamos que las cosas se habían calmado. Pero no. Nos llovían a cada rato citatorios, teníamos que hacer un montón de diligencias. Sin el CIAM y sin la asesoría de Protégeme, otra organización que nos ayudó al principio, tuvimos que buscar otros abogados particulares.–¿Abogados afines a Succar?–No sé.Lo cierto es que a partir de entonces, Edith Encalada y un grupo de víctimas vuelven a depender económicamente y a acatar órdenes del entorno del pederasta.
En abril de 2005, se publica el libro de Cacho Ribeiro. “En ese tiempo ella me mandó un email diciendo que tenía el proyecto de escribir un libro y me mandó un cuestionario larguísimo.. Yo le pedí que no lo hiciera. Nunca le contesté el cuestionario..

De pronto brincó, de defensora de nuestros derechos a escritora. ¿Eso se vale?”–El libro fue muy importante porque reveló cómo operan estas redes, sus contactos políticos, las complicidades del poder.–¿Pero te imaginas lo que se siente que de pronto en un libro, en la televisión, en todos lados, estén hablando de tu vida íntima, cosas de ti de índole sexual, de tu hermanita? Yo le tenía, le tengo, mucho cariño a Lydia, pero las consecuencias de su libro fueron catastróficas en mi vida.

Se me fueron encima los abogados y los hijos de Succar con amenazas de muerte.De nuevo con los colmilludos

Para escapar de eso regresé a México. Y me volvieron a encontrar.

–¿Quiénes?–Los colmilludos, gente de Succar. Un día en casa de mi tía contesto el teléfono y era él, desde la cárcel de Phoenix. Me quedé helada, me había encontrado. Me ordena que contacte a su gente.“Fue cuando aparece Enna Rosa Valencia (ex directiva del PRI estatal) en Cancún. Ella no figura como abogada de Succar, sino que se encarga de contratar los despachos para su defensa. Me dice que tengo que deslindar a todas las personas que Lydia cita en su libro como cómplices o protectores de la red pederasta: a Miguel Ángel Yunes, a Emilio Gamboa, a Magali Achach (ex alcaldesa de Canún), a Kamel Nacif.
Hasta me preparó un escrito para que leyera ante los medios. Lo tengo guardado, de su puño y letra. Quería que atacara a Lydia, que dijera que había inventado todo, que Succar nunca me había hecho nada. No quise mentir. Sólo me deslindé del libro.Allí me dicen que es necesario evitar la extradición de Succar y para eso tenemos que ir a un notario en San Diego.–Donde te retractas de tu denuncia inicial.–No me retracto.–Se han publicado esas actas notariales, formalizadas por el bufete de Arsenio Farell Campa y Jorge Castro Trejo en dos despachos de juristas de San Diego y Phoenix. Están las transcripciones, en español e inglés, en las que ustedes dicen que sus declaraciones ministeriales en la averiguación previa AP7151-2003-5 fueron forzadas e inducidas por los funcionarios locales, que sus dichos fueron falseados y que firmaron documentos sin conocer su contenido y por miedo.–No sé, yo sólo hablé del momento en que se me tomó la declaración, dije que no era tutora de mi hermanita y cosas así.–¿Qué les ofrecieron a cambio?–Firmamos un convenio, que en inglés se dice agreement, donde decían que iban a pagar los gastos y el resarcimiento de los daños.–¿Cuánto?–Ni idea. Pero también nos obligaban a guardar silencio de por vida. Ellos no cumplieron su parte. No nos dieron nada; por lo menos a mí, nada. Dicen que dieron el dinero a Enna Rosa para que creara un fideicomiso para nosotras. Ahora ella tiene una notaría en Cancún, camioneta del año, una oficinota. Pero no nos atrevíamos a decir nada, por lo del acuerdo de confidencialidad.
Ahora ya sé que estos documentos no tienen validez jurídica.–Al poco tiempo detuvieron a Cacho en Cancún y la llevaron a Puebla.–Sí, fue espantoso. Yo me sentí muy mal.–¿Es verdad que viviste en casa de los Succar en Los Ángeles?–No. Es decir, sí. Vivir, vivir no.
Estuve ahí mientras se hacía el trámite de San Diego. Lo cierto es que después los Succar se desafanaron. Aparecieron en su lugar otros abogados.
Al final ellos también traicionan y sacan las cosas a su manera en su libro.

Por eso estoy tan cansada: todos hablan de mí, menos yo.–¿Cuándo te sentaste a escribir tu libro?–Cuando Lydia saca su segundo, Historia de una infamia, donde ya no usa los seudónimos, sino nuestros nombres verdaderos.–¿De dónde salió la idea de demandar a Lydia por daño moral?–Nadie me dijo que demandara, fue una decisión personal. Kamel Nacif no tuvo nada que ver.

Nadie piensa en lo que me afectó lo que ella dice de mí, lo que dice la sicóloga del CIAM, que violó el secreto profesional al hacer públicas las terapias; lo que escribe Lydia, revelando nuestras testimoniales, rompiendo el sigilo obligatorio de una investigación. La demandé porque no me cuidó, expuso mi integridad, mi intimidad vulnerada de niña y adolescente, por lucrar con mi dolor.

El libro no tiene afán de lucro, fue una denuncia que ayudó a desmantelar una red criminal.–¿Cómo saberlo? Succar ya estaba preso cuando se publicó.
¿Te malacostumbraste a tener dinero?–No. Succar nunca me mantuvo, como mujer, quiero decir; más bien como una hija. Lo que salga de la demanda, si la juez me da la razón, es para resarcir el daño moral.–Además del dinero, ¿qué esperas de esta resolución?
¿Qué puedo esperar? Apenas ahora estoy entendiendo qué significa que te quiten tu niñez, tu adolescencia, tu libre albedrío, el derecho a decidir sobre tu sexualidad.–¿Cómo se sobrevive a ese daño?–Se sobrevive. Estoy apenas aprendiendo. Estoy en terapia. Me pregunto si alguna vez podré alcanzar mi sueño.–¿Y cual es tu sueño?–La música. Grabar un disco con canciones de mi autoría. Escribir un libro de superación personal. Ayudar a otras niñas que hayan sido violadas."

miércoles, 4 de marzo de 2009

ANTE LOS GRAVES ACONTECIMIENTOS QUE HAN CONSTERNADO A LA SOCIEDAD MEXICANA


Ante los graves acontecimientos que han consternado a la Sociedad Mexicana, como el caso de “Casitas del Sur”, por mencionar alguno, es de suma importancia que las Iniciativas que permanecen congeladas en comisiones, que “duermen” en el Legislativo, algunas de ellas sin discutir desde hace dos años tanto en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, así como en la Cámara de Diputados y de Senadores, que buscan atender el problema del abuso sexual infantil, sean discutidas, analizadas y aprobadas en el corto plazo.

Es necesario que exista la voluntad política para legislar, a la par de la cada vez más fuerte exigencia de la sociedad en general para atender el abuso sexual infantil.

Es cada vez más necesario considerar, ante la poca movilidad y efectividad de los Estados en atender oportunamente y de la mejor manera a las victimas de abuso sexual, que se federalicen los delitos que atentan contra el desarrollo y la libertad psicosexual de los menores y no sigan permaneciendo como delitos del orden local.

Es cada vez más necesario la creación de una Fiscalía del orden Federal especializada contra el abuso sexual al Menor.

Es verdad que cada vez existe una mayor sensibilidad por parte de la sociedad en general, en lo relacionado a los delitos sexuales contra el menor, pero todavía nos queda mucho camino que recorrer.

“México se ha convertido ya en la nueva Tailandia, donde la trata de menores de edad es el negocio más rentable después de las drogas y las armas, el negocio del comercio sexual de personas deja más de 10 mil millones de dólares en el mundo, mientras la pornografía infantil a través de Internet genera 12 mil millones.”

“sólo un 10 por ciento de los abusos se denuncian, cada 1.000 casos de abusos denunciados sólo uno se esclarece. En ese orden las principales características del fenómeno: el secreto, la confusión, la violencia, la responsabilidad, la amenaza y la naturalización, la cuestión pública, la asimetría niño-adulto, las consecuencias físicas y psicológicas, y el develamiento del abuso, que se da en la mayoría de las veces, aunado a la poca sensibilidad e interés de las Autoridades, obstaculiza la denuncia y fomenta la inmunidad.”

“Las leyes siempre fueron hechas, interpretadas y aplicadas por hombres, la ley siempre ha sido androcéntrica, masculina y de género. En la inmensa mayoría de los casos las víctimas son mujeres, y en ese contexto, es lógico que haya las reacciones que hay. Detrás hay una trayectoria de siglos de discriminación, de maltratos, sólo se romperá entendiendo cómo es el fenómeno en sí”.

MIGUEL ADAME VÁZQUEZ.
ABUSO SEXUAL INFANTIL, NUNCA MÁS.

¿QUÉ HAY QUE HACER CUANDO SE SOSPECHA QUE SE ESTÁN PRODUCIENDO ABUSOS SEXUALES EN ALGÚN MENOR?


Cuando una persona empieza a considerar la posibilidad de que algún niño o niña ha sido —o está siendo— víctima de abuso sexual, muchas veces no sabe cómo proceder.

Cuando quien abusa del menor es uno de sus progenitores, se presenta una situación que desafía toda lógica. Y ello contribuye a que sea difícil reconocer la situación.
Para muchos, la primera reacción es de incredulidad.

Suele resultar increíble y muy difícil de imaginar que un adulto se recree teniendo sexo con un menor. Más aún cuando el abusador es el padre o la madre.
Sin embargo, estas cosas suceden —hasta en las mejores familias— y un importante porcentaje de los abusos son intrafamiliares.

Entonces, muchas veces, primero que nada la persona tiene que resolver este dilema: creer o no creer que un padre o una madre sea capaz de abusar sexualmente de un hijo o una hija.

Si es la madre quien sospecha que el padre puede estar abusando de uno de sus hijos, se enfrentará a una terrible encrucijada, lo mismo ocurre si quien abusa es la madre y tiene que tomar medidas el padre, caso menos probable, pero no imposible como hemos podido constatar.

En cualquier caso, y sea cual sea la relación que se tenga con la posible víctima, es necesario saber lo siguiente: hay que pensar en el menor sobre todas las cosas.

Otra situación que se presenta con una cierta frecuencia en los casos de abuso sexual es que el perpetrador sea otro miembro de la familia, abuelo, tío, primo, hermano, o el compañero sentimental de la madre.

Está claro que no deseamos causar una alarma social, pero este tipo de situaciones se producen con demasiada frecuencia. Recordemos que el número de casos de abuso sexual que son denunciados representa un porcentaje muy bajo con respecto a todos los que se producen.

En cualquier caso, y sea cual sea la relación que se tenga con la posible víctima, es necesario saber lo siguiente. Hay que pensar en el menor sobre todas las cosas. Su seguridad y bienestar son prioritarios.


MIGUEL ADAME VÁZQUEZ.
ABUSO SEXUAL INFANTIL, NUNCA MÁS.